sábado, 20 de marzo de 2010

Ahora sí, ahora no. Las mujeres en un breve lapso de tiempo cambian de estado de ánimo casi sin quererlo. Según algunos estudios médicos tienden a deprimirse dos veces más que los hombres y eso tiene una explicación. El paso de una sonrisa a un llanto, de una ilusión a un desencanto o del amor profundo al odio es, muchas veces, insignificante.

Es una situación normal e igual les ocurre a los hombres, sin embargo ni unas ni otros son conscientes de estas alteraciones hormonales. Sería pues mucho más sencillo relacionarnos si tuviéramos la capacidad de asumir nuestras idas y venidas, nuestros cambios de humor, nuestras respuestas incomprensibles

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